CARACTERÍSTICAS DEFINITORIAS DE LA DEPRESIÓN ADOLESCENTE
La adolescencia supone uno de los periodos del ciclo vital de los individuos más complejos y delicados.
Se trata de una etapa a caballo entre la infancia y la edad adulta en la que se conforma la propia identidad y se van instaurando las características definitorias propias de la personalidad de cada sujeto.
A lo largo de toda esta fase, acontecen una gran infinidad de cambios en diferentes áreas: a nivel físico, a nivel psicológico y/o a nivel socio-relacional, entre otros. Precisamente por este gran número de cambios, la adolescencia se convierte en una etapa a menudo difícil en la que el hasta ahora niño puede manifestar una serie de síntomas como consecuencia de su dificultad para afrontar dicho periodo.
Así, según diferentes estudios e investigaciones llevados a cabo, se considera que uno de cada cinco jóvenes puede padecer en algún momento de esta etapa algún cuadro de tipo depresivo.
A todas estas posibles dificultades, actualmente se une la situación actual de emergencia sanitaria y pandemia en donde la demanda de asistencia psicológica y psiquiátrica en esta población se ha visto incrementada de forma exponencial.
Esta mayor necesidad de atención psicológica viene dada por diversos factores como la sensación de pérdida de libertades, el sentimiento de culpabilización por parte de la sociedad, la pérdida de contacto con el grupo de iguales y de referencia, la adaptación inmediata en una etapa vital de gran convulsión y cambio, entre otros.
Ante esto, es importante conocer determinadas
señales que pueden servir de alarma para detectar un posible malestar a nivel
emocional en adolescentes e intervenir de forma prematura para lograr un buen
pronóstico.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN ADOLESCENTE?
Varias son las asociaciones e instituciones que se han encargado de definir la sintomatología manifiesta de la depresión adolescente, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la American Psychiatric Association, dada su incidencia e importancia en el posterior desarrollo.
Entre dichos síntomas propios de adolescentes los
cuales puedan presentar algún tipo de cuadro depresivo se encuentran:
- Trastornos del sueño: cambios en la pauta y rutina de sueño por exceso o por defecto.
- Cambios en la conducta alimentaria: cambios en la pauta y rutina de alimentación por exceso o por defecto.
- Ira o tristeza sin motivo aparente, a menudo en forma aparentemente exagerada y en forma de ataques.
- Abulia: desgana, desánimo y pérdida de interés en los hobbies, actividades, aficiones, amistades...
- Pérdida de interés y/o abandono de las relaciones sociales y amistades o cambio radical de las mismas.
- Baja autoestima y autoconcepto negativo: empleo de un lenguaje despectivo y visión negativa hacia uno mismo, en ausencia de valoración de cualidades y características positivas.
- Bajada del rendimiento académico y dificultad para mantener la concentración y la atención, así como posibles dificultades de memoria y las relacionadas con la toma de decisiones.
- Presencia de posibles conductas agresivas: implicación recurrente en peleas.
- Posible inicio en el consumo de sustancias.
-
En casos extremos, pensamientos e ideación
suicida.


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